Algo así fue lo que me pasó mientras almorzaba. La mayoría de las veces, cuando tengo una iluminación divina-espontánea, la escribo en un papel, la comparto, y luego la desecho. Hoy decidí que sería diferente; quizás sea buena idea dejar registro de mis pensamientos, quizás algún día alguien los valore, los modifique, los inserte en su vida, quizás pueda tocar algún corazón que necesite luz, o por lo menos robar una que otra sonrisa.
¿Quién eres? ¿Qué eres?
Un pensamiento, una idea, un plan de vida,
un discurso político que de tanto repetir pierde todo sentido.
Un conjunto de melodías pegajosas, marcas y apariencias que mantener.
Un Status sin sentido que debe ser protegido, un ego que necesita ser alimentado.
Un auto, una casa, una comuna, una carrera, un trabajo... ¿Quién eres?
La vida es vivirla aquí, ahora.
No es un plan, una idea de un futuro incierto, que no se atreve siquiera a alzar la voz, ni pensar en nacer.
La vida es tener las agallas de tomar una decisión sin miedo a ser juzgado por ser diferente, sin temor a arrepentirse, de lo contrario podrías un día despertar asustado, comprendiendo que en realidad nunca has vivido de verdad, y lo que es peor, que gastaste toda tu vida, sin saber quién eres.