domingo, 21 de octubre de 2007

La superación Personal




Me dijeron que un maestro de sable ya anciano, había dicho: "El samurái debe entrenarse toda su vida"; y para esto existe una razón. Al principio, aunque se practique regularmente, no se tiene la sensación de progresar. Uno se sabe poco hábil y está demás aclarar que no se es de ninguna utilidad en el servicio del Daimio [Señor feudal]. Cuando se alcanza un estado medio, uno todavía no es de gran utilidad. pero toma conciencia de sus deficiencias y empieza a notar las imperfecciones de los otros.

Cuando un samurái alcanza un nivel superior, es capaz de tomar decisiones frente a cualquier situación, por propia iniciativa, de tal manera que ya no necesita los consejos de los otros. Se puede decir que entonces un samurái es útil a su Daimio.

Luego por encima de este nivel, están aquellos cuyo rostro jamás revela lo que piensan, los que jamás hacen gala de su habilidad, y fingen ignorancia e incompetencia. Y lo que es más importante, respetan la habilidad de los otros. Para muchos, ésta es la ambición más alta.

Pero, a un nivel todavía más elevado, existe un dominio que supera la habilidad del común de los mortales. El que se compromete a fondo en la Vía, toma conciencia de que su entrenamiento será ilimitado y que nunca podrá estar satisfecho de su trabajo. por esto, un samurái debe conocer sus debilidades y pasar su vida corrigiéndolas sin tener jamás el sentimiento de haber hecho lo suficiente.
No debe, naturalmente, tener demasiada confianza en sí mismo, pero tampoco sentirse inferior.

Yagyu, el maestro de la Vía del Sable, que enseñaba al shogún Tokugawa, decía: "Yo no sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo."

ÉL decía: "Hoy, yo soy mejor que ayer; mañana todavía seré superior." Un verdadero samurái consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Por ese motivo, el entrenamiento es un proceso sin fin.

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